¿Tío, que muñequitos veías tú en tú época? Fue la
pregunta que me hizo uno de mis sobrinos de 10 años hace días y que sin lugar a
dudas me ha hecho pensar y dar vueltas a la cabeza la respuesta para ello, y
más cuando en realidad las cosas han cambiado desde entonces y que por supuesto
es muestra de los años que han pasado y que no me había detenido a ver esa
realidad.
Y ojo, no es que me preocupe por los años que tengo
o que me angustie en pensar en los que
vienen, no, es simplemente que no supe a qué hora dejé de ser un niño, a qué
horas crecí y pasaron tantas cosas hasta encontrarme en un día como hoy, se me
viene un vago recuerdo de la niñez donde una profesora de la primaria decía
“por allá en el 2000 dicen que será el fin del mundo…” ja, y miren donde vamos,
aun no se a acabo mi mundo, el de muchas personas si, incluso antes del
angustiante año 2000 y ahora me da un poco de risa ver la nueva fecha del fin..
el 2012.
Recuerdo lo aficionado a los animé como Dragon
Ball, Z y GT, cuando dibujaba a Garfield tan solo con imaginarlo de mil
formas., no necesitaba ver un modelo para poder plasmarlo a pulso, era la
sensación con mis compañeras de estudio
“Jeff!! Yo quiero ese que estás haciendo”. El día en que nació Esteban mi primero sobrino,
ese 19 de septiembre de 2001 un día que jamás olvidaré, cuando quería ser su
padre! Le daba tetero, lo ayudaba a bañar, le cambiaba pañales!!
Definitivamente ese niño me cambió la vida. Que han pasado casi nueve años desde que
terminé el colegio, la hora en que se acabó mi primera relación.. seis años de
entrega total, la de un adolecente que llegó a la edad adulta con la misma
mujer también adulta y que le pasaron los años desde que era una niña
cumpliendo sus quince, aquellos quince que dudo podré olvidar y que
significaron maravillosos seis años de mi vida y aunque el ciclo está cerrado
la historia no podría negarla y mucho menos lo que significó para mí.
Los años en la universidad, la gente que viene y
va, tristezas profundas por la partida de seres queridos, mi pleito sobre la
derecha y la izquierda en Colombia, la
conmoción interna por vivir solo, lejos de casa y con la responsabilidad de sí
mismo, no sé a qué horas pasaron tantos
días donde me probé que tan fuerte soy, donde viví una batalla que creía había ganado hasta la guerra; pero
no, solo fue una victoria en un conflicto del que no quisiera vivir más
capítulos pero que muchas veces me recuerda que solo han sido puntos
suspensivos más no un punto final, enfrentarse al temor, a la zozobra a ver
inalcanzable tantas metas y planes que había construido y que de repente podrían
venirse abajo.
Y bueno, de las cosas que me recuerdan también que
los años han pasado es escuchar a las madres de mis estudiantes decirme “don
Jefferson” o los amiguitos de mis sobrinos cuando dicen: ¿señor podemos jugar
con los mellizos? O la gente preguntona que me ve con uno de los niños en la
calle y me dicen: tan parecido el niño a usted… ¿es el papá cierto? Y bueno
muchas cosas como no poder patinar como
antes, perder el equilibrio fácil ante un tropiezo que seguramente hace 10 años
no me afectaba. Aunque no todo es malo, yo de niño y hasta adolecente era una
completa gallina, le temía a las alturas de tal manera que si me alzaban en
hombros debían bajarme en el acto porque el trauma era infinito, no subía
árboles, no me asomaba a balcones, no abordaba lanchas en ríos o lagos, mejor dicho no les
cuento más porque me apena, lo que si les cuento es que ahora me volví un mico,
subo y bajo árboles como si nada, camino por orillas de muros altos, ya no temo
a los balcones y hasta me arrojo a lagos y al mar! Mejor dicho una verdadera
evolución.
Y respondiéndole la pregunta al niño, en las series
de dibujos animados de “mi época” y las de hoy la diferencia es abismal, quizás
haya series como la mencionada al inicio que aun es transmitida, u algunas ocasionales presentaciones de Tom y Jerry, La
hora Warner, Los Súper Sónicos y los extintos liga de la Justicia, Popeye, los ThunderCats y
los legendarios Caballeros del Zodiaco… hoy remplazados por muñecos que no le
aportan nada a la creatividad de los niños, no profundizaré en ello porque
tendría que hacer una crónica para hablar solo de los dibujos animados de esta
época. Y respondida la pregunta de Esteban, ahora si reconozco que soy de otra
época.
Jeff
En mi época los muñequitos eran los Superhéroes y el Capitán Centella, ¿quien habla de ellos hoy?....
ResponderEliminarYo lloraba con Sailormoon y detestaba la lloradera de Candy. Ahora me encantan las películas coreanas y lloro viendo caer un chorrito. Ah los años.
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