Anna Leanor Roosevelt |
¿Qué tal si miramos la definición de “humano”? no sea que nos estemos equivocando y de pronto algunos de nosotros no calificamos para denominarnos de esta especie.
Una simple y breve definición de un elemental diccionario de la lengua española, resume “Humano” en: Persona, Hombre; Definición de Persona: Individuo de la especie humana ya sea hombre o mujer; Definición de Humanidad: Conjunto de todas las personas del mundo. ¿Claro verdad? Hasta ahí, creo que nuestra posición como especie nos permite denominarnos humanos, y por tal, nos permite apropiarnos de nuestros derechos proclamados aquel 10 de diciembre de 1948.
Partiendo de lo expuesto anteriormente, me permito suponer que dadas las condiciones actuales de violación a los DDDHH en todo el planeta, la flamante pero fracasada lucha por alcanzar la equidad social con estrategias que buscan unir esfuerzos desde la ONU y los países miembros de la organización enmarcados en tratados y declaraciones parecen quedar en las mejores intenciones y en deseos que contrastan con lo que a diario vemos en nuestra región, incluso en países desarrollados donde podría hablarse de libertad, se aprecia que los DDHH cojean, o, en resumidas cuentas la Declaración Universal de los Derechos Humanos contenía una “letra pequeña” con términos y especificaciones, o, contenía un “*Aplica Condiciones” seguramente no desde quienes proclamaron aquella Carta Magna, sino de parte de quienes hoy tienen en sus manos el poder, quienes hoy gobiernan desde lo legítimo o lo ilegítimo y que seguramente de una manera u otra interfieren en el cabal cumplimiento de la defensa vehemente de los DDHH.
*¿Aplica Condiciones y Restricciones?
Desde mi opinión, el clasificar la humanidad por “poblaciones” o “categorías” manifiesta una diferencia dentro de la misma especie traducido a una mala y perjudicial práctica conocida como “Discriminación”, tan simple como en las demás especies del reino animal; en la especie de los perros, los chiguaguas, dálmatas, pastores alemán, frespuders o lo que coloquialmente llamamos “Chandoberman” siguen siendo de la especie de los perros sin importar su “pedigree”. La Declaración Universal de los Derechos Humanos no contiene excepciones ni categorías que sesguen su funcionalidad y efectos en las naciones, por ningún lado dice que son solo para blancos, hombres preferiblemente, heterosexuales, de raza pura, que vivan en la urbe, de clase social moderada, etcétera. No, simplemente se declara para humanos y de allí a toda la diversidad que contiene nuestra especie, reconociendo en sentido común que las mujeres son tan seres humanos como los hombres; que no hay distinción ni condiciones entre blancos, negros, mestizos, mulatos, zambos o indios; que los cristianos, ateos, musulmanes, gnósticos y cualquiera sea su credo son humanos; los heterosexuales, homosexuales, bisexuales, asexuales y transexuales no tienen diferencia alguna a la hora de clasificar su especie; simplemente son humanos; tampoco importa si se es comunista o capitalista, de izquierda o de derecha, conservadores o liberales…. En fin, simplemente humanos.
Desde mi experiencia como activista de los DDHH, cuestiono la defensa particular de las diferentes poblaciones y categorías en las que se dividió la humanidad; para ilustrar un poco, las noticias sobre asesinatos de mujeres en Colombia se convierten en escándalo del día, se anuncian cifras al respecto y la respuesta de las autoridades es inmediata así sea para salir del paso a los medios. Preciso la situación del departamento de Antioquia al noroccidente de Colombia donde en 2012 se registraron 2.429 homicidios de los cuales 215 corresponden a mujeres, el rechazo de la ciudadanía no se hace esperar y empieza una popular y bulliciosa campaña en pro de la defensa de género. Cabe aclarar que no me opongo a estos movimientos, pero sí a la discriminación de los otros 2.214 asesinatos que corresponden al género masculino ¿Acaso para la sociedad se hizo común y corriente el asesinato de hombres? ¿Acaso la sociedad perdió tanto su rumbo que no reconoce ni se apropia del derecho a la vida? ¿Hay alguna diferencia entre hombres o mujeres que haga más humano a un género?
Fem Taxi |
Petronio Álvarez (foto de El Clavo.com) |
Hoy los gobiernos de países en vía de desarrollo (Trancón en la vía, desarrollo a paso lento) crean cargos estatales para la atención, protección y defensa de los derechos de los “humanos diferentes”; existen oficinas para atención a negritudes e indígenas, a mujeres, a comunidades LGBTI, etcétera, resaltando su estado vulnerable en la sociedad y separándolos de los demás a través de clasificaciones que a la vista resultan poco útiles porque el fondo debe ser educativo. Para muestra, miremos lo que sucede en el Litoral Pacífico en Colombia: Desde Juradó en Chocó hasta Tumaco en Nariño la situación de las comunidades de raza negra e indígenas es lamentable por donde quiera que se aprecie, ahora, ¿de quién es la responsabilidad? ¿A quién compete garantizar los DDHH en un país? A los gobiernos, a los mismos que se inventan una y otra oficina que confunde “Derechos Humanos” con “festividades de integración” se apropian muy bien del famoso dicho “al pueblo pan y circo” . De entrada este y todos los gobiernos cuyos países intentan defender los DDHH de sus ciudadanos a través de cualquier estrategia diferente a la defensa universal de los Derechos Humanos están omitiendo el Artículo 26 Numeral 2 de la declaración Universal de los DDHH que dice: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales. Promoverá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz” Está claro que la educación es el camino más seguro para alcanzar la libertad del hombre,
libertad que le permitirá reconocer la diversidad de su especie, no respetará
al otro por obligación, sino por convicción; la libertad no hace negro al
blanco, cristiano al ateo, homosexual al heterosexual ni hace zurdo al diestro,
simplemente nos hace más humanos.
Entonces, quiere decir que desde el 10 de diciembre de 1948 cuando se hizo la última gran declaración de los Derechos Humanos promulgada por la Asamblea General de Naciones Unidas ningún gobierno de países subdesarrollados ha acatado la resolución y en cambio han hecho caso omiso de la importancia que tiene para la paz mundial el respeto a la considerada Carta Magna, como quien dice, no sirve de nada crear oficinas de atención a comunidades, de nada sirven las cumbres o nuevos tratados en busca de la igualdad y de la equidad si no partimos de la hoja de ruta más clara y segura para alcanzar la dicha universal, claro, a menos que sea adrede la equivocada búsqueda de la paz.
Jeff
Excelente punto de vista jeff, creo que hoy en día la gente ni siquiera sabe cuales son sus derechos, y lo que me asombra es que sientan honor por hacer parte de las minorías...
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