jueves, 27 de diciembre de 2012

Mi Fútbol, Pasión Desenfrenada

América de Cali
No sé cómo ni a qué horas el fútbol  empezó a ser parte casi sobrenatural de mi existencia, digo casi sobrenatural porque cuando estoy en examen de conciencia me parece poco normal y hasta absurdo saltar y llorar de la felicidad por pasiones desbordadas cuando uno de mis equipos sale victorioso, o peor aún cuando he llorado casi inconsolable por casos contrarios. Y es que recuerdo que desde niño pasaba mucha parte de mi tiempo intentando saltar tan alto como Benji Price el súper arquero de los Súper Campeones, me reclamaba el porqué mis amigos y yo no podíamos hacerlo como él, o, patear el balón tan duro como Oliver Atom, recorrer la cancha de par a par como Steve Hyuga mediocampista  de la misma serie, frustrante dedicar una hora del día a ver televisión solo para aprender técnicas que podrían hacerme jugar mejor y que luego en la cancha del barrio resultara que no sirvió para nada y que seguía siendo un  tronco. Ah, y es que solo por informarles les cuento que mi pasión desbordada por el fútbol es inversamente proporcional a mi talento para jugarlo: MALO, soy muy malo jugando, en 25 años de vida aún sigo siendo el suplente que nadie quiere que le llegue el turno para salir a la cancha, además puedo convertirme en toda una “guadaña” cuando de querer avanzar se trata., mejor dicho, seguiré amando el fútbol desde las graderías o frente a la pantalla de un televisor o al alcance sonoro de una transmisión radial. Mi mamá y quienes han compartido convivencia conmigo procuran no dejar el control remoto del tv a mi alcance porque saben que pasando los canales puedo encontrarme con un recuadro verde, un estadio colmado de hinchas y 22 jugadores en la cancha que me harán detenerme a mirar al menos información del encuentro para luego tomar la decisión de seguir  pasando los canales o definitivamente ver el juego, casi siempre tomo la segunda opción. 

La Selección Colombia

Copa América 2001

Como casi todos los colombianos, he perdido mucho tiempo de mi vida viendo partidos de la selección Colombia, digamos desde que tengo uso de razón futbolera (1995 en adelante) pude ser testigo de la clasificación al último mundial al que asistimos: “Francia 98” luego en ese gran certamen empecé a padecer lo que serían los siguientes 13 años de selección Colombia: Caída frente a Rumania, Victoria frente a Túnez (Gol de Leider) y repetición de la caída esta vez ante Inglaterra.  Luego vino la única gran dicha que celebramos como hinchas de la selección Colombia: La Copa América 2001, en resumidas cuentas el domingo de la final ante México la sangre me hirvió literalmente y sentí tanta adrenalina como seguro antes no había sentido, se transformó en euforia y gritos de alegría luego del tremendo gol de Iván Ramiro Córdoba que nos dio la merecida, anhelada y única copa levantada por nuestra selección… ¿Para qué hablar de la copa Confedereaciones y de las demás copas Américas jugadas en adelante? Perú, Venezuela y Argentina… la historia habla por sí sola. Ah, también sobra mencionar las tristes eliminaciones a los mundiales  de Japón – Corea, Alemania y Sudáfrica; amistosos van, amistosos vienen, las selecciones menores y sus sudamericanos, que la selección Colombia femenina, que el mundial de Colombia en 2011 y su eliminación ante México… bueno, muchos ires y venires  para un hincha apasionado que solo la irracionalidad podrá hacer que  siga ahí, sudando desde el televisor por cada minuto que pasa en la cancha sufriendo y perdiendo casi de costumbre, ganando como en el último año pero siempre ahí, un buen hincha estará en las buenas, en las malas y en las malísimas. De mi parte, habrá hincha de la selección hasta que los muiscas, los tayrona o los calima vaticinen el fin.

América De Cali

Quizás mi mayor motivación futbolera, la que me ha sacado las mayores dichas y que en contraste me ha sacado las más grandes frustraciones y tristezas en materia futbolística ha sido mi preciado y amado América de Cali, mis ojos cayeron al encanto que me produce el color rojo, desde mis más remotos recuerdos vagan imágenes de euforia desconocida por saber que América había llegado a la final de la Libertadores del 96 frente al también apreciado River Plate, la tristeza descomunal de mi hermano por la derrota posterior pudo contagiarme… desde ahí creo que empezó mi fiel pacto como hincha de uno de los mejores equipos de Colombia, para mí, el mejor. En el mismo 1996 la IFFHS calificó al América de Cali como el segundo mejor equipo del mundo después del Juventus de Italia.  Mi papá hincha del Deportes Quindío equipo de su tierra antes lo molestaba diciéndole que debía mudarse a ser hincha del América para que tuviera cierta dicha de títulos y triunfos; ahora es él quien me dice que me espera en las tribunas del Centenario porque al menos Quindío sí está en la A.  Mi mamá y primos hinchas casi furibundos de los azucareros, mi hermana poco o nada entiende de fútbol y solo  uno de mis hermanos y sobrinos comparten conmigo el viacrucis de ser hincha del rojo.  Creerán que tanta pasión por el América de Cali me permite “Odiar o detestar” a nuestro  rival de patio, pero no, aprecio mucho al Deportivo Cali por la simple razón que es también un equipo que representa el fútbol de la capital vallecaucana, saben el tremendo amor que me une a Cali y por eso sería ilógico “odiar” lo que es de la sultana.

Listado de la IFFHS
Recuerdo como si fuera ayer aquel 1999, año glorioso para mi América por ganar nuestro primero torneo internacional; la Merconorte estaba en nuestro bolsillo luego de una agónica definición por penaltis ante Santa Fe, ese mismo año resultamos subcampeones ante un siempre duro rival como Nacional, creo que desde ahí todo lo que aconteció con los rojos se ha quedado grabado en mi mente. Ser campeones en 2000 (por puntos), 2001 (Contra Medellín) y 2002 (Contra Nacional) de la mano del inolvidable Jaime de la Pava presagiaba un gran futuro y un presente con una gran emoción y un elixir de felicidad incontrolable, la copa libertadores de 2001 con madrazos y rechiflas a don Luis Barbat tampoco se olvidan luego la eliminación ante Rosario Central (Rosario también está en la B, van para 3 años) Otra de las Libertadores que creo que jamás dejaré de recordar es la del 2003, cuando América cayó humillado en el primer juego ante Santos de Brasil 1-5 en Cali!!! Tuve la fortuna de asistir a ese juego y la rabia por la aplastante derrota se hizo notar durante días, ah, Julián Viáfara arquero de entonces se ganó un enemigo a distancia, escribí correos electrónicos al equipo y llevé cartas a la sede quejándome de la mala actuación del guardametas escarlata… la indignación era total. Pese al perverso comienzo América llegó hasta semifinales del torneo continental de la mano del siempre grande Fernando Castro (el pecoso) en esa ocasión vencimos en cuartos de final al apreciado River Plate con jalada de pelo y todo de nuestro DT a Claudio Hussaín de los de la banda roja, el partido estaba caliente y América estaba pasando a semis. Todo terminó con una muy mala actuación de los escarlatas frente a Boca por el paso a la final, literalmente terminamos de la misma manera en que empezamos la Libertadores “aplastados” porque los xeneizes en el global nos hicieron un 6-0. Lo único rescatable de aquel torneo fue que entonces dos equipos colombianos disputaron las semifinales al tiempo: Medellín y América hicieron historia. Desde entonces no acontece nada glorioso en materia internacional. Por los lados de las competencias locales la situación empezaba a ponerse difícil para el América y por supuesto para todos quienes de corazón teníamos comprometida la bandera, los problemas económicos ahondaron una tremenda crisis que se reflejó en lo futbolístico al punto de acercarnos peligrosamente a la zona de descenso, debo reconocer que temí lo peor en esos días, pero al fin siempre confié en que un equipo tan grande jamás perdería su categoría… (en ese entonces no imaginaba lo que vendría) salvo la llegada del Tigre Gareca a la dirección técnica en 2006 no hubo nada de emocionante para nuestro equipo desde la libertadores 2003, y luego por los mismos problemas económicos el argentino tuvo que marcharse del equipo empeorando el futuro de la institución al punto que en 2007 estábamos no solo en “zona de descenso” sino “comprometidos con el descenso”, por fortuna llegó Diego Edison Umaña a espantarnos el fantasma de la B y a acercarnos a la esperanza de la 13 con una excelente participación en los cuadrangulares del finalización 2007 que casi nos llevan a la final hasta la última fecha, un subcampeonato en el apertura 2008 frente a Boyacá Chicó (debo reconocer que Boyacá fue merecido campeón) y el aclamado título en aquel glorioso 21 de diciembre de 2008… una verdadera fiesta la vivida en aquel momento, será porque los años van pasando y se disfruta más.  O,  porque simplemente ya el América se había convertido en una apéndice de mi vida.  Será porque la estrella  13 fue la más limpia, merecida y luchada de toda nuestra historia. Será porque revivió  las esperanzas de volver a ser el mejor equipo de Colombia levantando las banderas caídas de quienes habían perdido la fe.

Lo que faltaba por vivir

Estadio Olímpico Pascual Guerrero
Por más pesimistas que fuéramos, los hinchas del América jamás pensamos que la situación fuera más allá de la crisis económica y de resultados que seguramente creímos había terminado luego del flamante título número 13, había con qué afanar más títulos, vaticinaba una seguidilla de campeonatos similar a las sucedidas con De La Pava y Ochoa, pero no, el título 13 fue un alto en nuestra historia porque desde entonces la crisis se hizo más fuerte y  la inestabilidad institucional que además permeó en los ánimos de sus hinchas un sin sabor de tristezas y pocas esperanzas de avanzar, era tanta la frustración en lo deportivo que no volvimos a cuadrangulares finales desde 2008 hasta el finalización 2011 (Nuestras últimas semifinales en liga), pasando por malas experiencias denominadas DT como Jorge Bermúdez y Wilson Piedrahita, saco de las malas experiencias a Álvaro Aponte, para mí, él fue un sujeto útil a la institución pero que no lo dejaron trabajar como debía. La muy mala administración del equipo y la crisis económica patrocinada por estar incluidos en la lista Clinton llevaron a decisiones de orden deportivo que pusieron fin a las esperanzas de sus más fieles seguidores. Luego de casi sentir alivio por el descenso directo del Pereira  y el cabeza a cabeza con Itagüí en la lucha por esquivar la promoción, América plantó en su historia un 11 de diciembre como fecha en que empezó su camino al verdadero infierno, infierno para la institución y para sus apasionados hinchas que a ese día no pensábamos lo que vendría. Ese 11 de diciembre América jugaría el primero de los dos partidos más importantes de su historia: La promoción, sería ante Patriotas de Tunja, ¿Quién tendría duda sobre el equipo que se quedaría en la A? yo por ejemplo llegué a pensar que era pelea de tigre con burro amarrado (Patriotas el burro) más cuando ningún equipo en Colombia había logrado ascender por la vía de la promoción.  Luego de terminar el primer encuentro, el pensamiento de muchos hinchas incluyéndome era otro, América parecía jugar con la suerte echada, la sed de victoria se quedaba en los ánimos de los hinchas y en el pobre fútbol de nuestro equipo, la angustia de pensar lo peor no me dejaba en paz, claro, mis papás y allegados decían que obvio América no descendería, y yo seguía preguntándome el porqué de aquel sentimiento por un equipo de fútbol, el porqué me apartaba de mi racionalidad para permitirme vivir aquella experiencia, mejor dicho una prueba de más en medio de la pasión futbolera. Pero bueno, lo peor de 2011 pasó el 17 de diciembre en Cali, América cayó por la vía de los penaltis y fue condenado a jugar en la segunda división, la tristeza me llevó al llanto y  a pensar en lo que sería  de 2012 sin mi América en la Liga. Las burlas y los chistes malos no se hicieron esperar, quizás hacían peor la experiencia, un consuelo era pensar en River y Deportivo de la Coruña, dos grandes que para la fecha también estaban en la B pero que hicieron de su paso por la segunda división una efímera experiencia de un año, igual que Juventus en 2006.  Puedo mofarme de la desgracia y decir “al menos somos el único equipo grande en la B” o, “tenemos el mejor estadio de la B” charlas van y charlas vienen, y pese a la gran ilusión a mitad de 2012 frente a Magdalena y a la repetida angustia frente a Petrolera y Cúcuta, no cabe duda que los hinchas del América quisiéramos ver a nuestro equipo en la A, no cabe duda que el verdadero clásico en el Pascual es entre nuestro América y el Deportivo Cali, no con el Cortuluá o el Aguablanca,  como tampoco cabe duda, que pase lo que pase, en la A o en la B, o incluso en su memoria,  los hinchas, los verdaderos hinchas seguiremos siéndolo hasta el fin de nuestros días.

Para terminar quiero dejar claro que a lo que llamo "parte sobrenatural" en cuanto a la pasión del fútbol hago referencia a lo que este deporte causa en quienes nos fascinamos de su arte, afectando emocionalmente la vida particular de quien  se permite sentir tal intensidad por cualquiera sea el equipo de fútbol al que siga independiente de si se llama América, Cortuluá, Nacional, Tolima, Boca, Millonarios, Real Madrid, Deportivo Tapitas, etcétera. Desde el momento que haya odio y violencia en nuestra pasión por el fútbol, deja de ser sobrenatural y se convierte en un acto irracional que daña, ni el fútbol ni ningún ente deportivo, artístico, religioso o político debe motivarnos  dañar a quien no piensa o sigue lo que nosotros; si sucede, entonces estamos en un error. Ya en Colombia hemos vivido experiencias irracionales como el asesinato de Andrés Escobar, el de hinchas a manos de otros que se dicen llamar "hinchas", destrozos en estadios y alrededores.. en fin, cualquiera sea nuestra pasión se debe vivir en paz. 

Jeff
Última Gran Alegría





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