Palacio Municipal de Tuluá |
A la candidata Lina Segura, no
solo la respaldaba el cuestionado alcalde, sino la reconocida y también cuestionada
Dilian Francisca Toro (hoy gobernadora), las fiestas más “sonoras” jamás hechas
en campañas electorales en Tuluá se
llevaron a cabo por y para las
dos mujeres. Esta campaña maquinó sus propias encuestas donde auguraban, que
Tuluá la elegiría con más del 30% de los votos pero, el día de la quema, ella
consiguió “quemarse” con solo el 17 % en el tercer lugar de la contienda.
Con el primer ingrediente de
continuismo, venía matriculado también el candidato por el partido liberal John
Jairo Gómez, quien pese a asegurar que no tenía nada que ver con la actual
administración, no pudo distanciarse de su jefe político y representó el plan
“b” de Chepe y Toro. Como dice el adagio popular “con su nadadito de perro”
consiguió el segundo lugar de las elecciones con el 25.66 %. Dijo representar a
los ciudadanos de estratos bajos y medios, que sería el alcalde de “la
carrilera para abajo” (Para los que no conocen, es la margen que separa a la
Tuluá de las oportunidades y la Tuluá de las pocas oportunidades). Y sí, caló entre
el electorado que le permitió ser la sorpresa de los comicios en la ciudad
corazón.
Es de precisar, que en materia de capital político, John Jairo Gómez Aguirre acaudaló maquinarias alquiladas, es decir, grandes "politiqueros" de la región lo respaldaron y le sumaron al amplio porcentaje obtenido el pasado 25 de octubre. Jorge Homero Giraldo, Diego Tenorio Arzayús, los "Nule" de Tuluá (Deni Osorio y Llener Borja), el mismo Rafael Eduardo Palau, entre otros. Lo que significa; intereses adicionales, politiquería tradicional y no militancia.
Es de precisar, que en materia de capital político, John Jairo Gómez Aguirre acaudaló maquinarias alquiladas, es decir, grandes "politiqueros" de la región lo respaldaron y le sumaron al amplio porcentaje obtenido el pasado 25 de octubre. Jorge Homero Giraldo, Diego Tenorio Arzayús, los "Nule" de Tuluá (Deni Osorio y Llener Borja), el mismo Rafael Eduardo Palau, entre otros. Lo que significa; intereses adicionales, politiquería tradicional y no militancia.
Gustavo Adolfo Vélez Román. Nuevo alcalde de Tuluá. Foto tomada de facebook |
En fin, con todo y todo, resultó
ser el nuevo alcalde de los tulueños con el 34.51 % de los votos. Los tulueños
esperamos que, tanta insistencia para ser alcalde de la ciudad tenga un
propósito de bien común y se cumplan las propuestas que hagan de la ciudad
corazón un mejor y más competitivo vividero.
Marco Arbelaez Foto tomada de facebook |
Militancia, es esa palabra que
representa el capital político ganado en un proceso electoral, sin duda alguna
él, fue el único candidato que logró tal hazaña y quedó inscrito en la mente de los electores que
pese a no ganar el primer cargo de la ciudad, sí ganó reconocimiento y el posicionamiento de su nombre para el
futuro político suyo y de la ciudad.
También era candidato Martín
hincapié, de Cambio Radical, un candidato que tímidamente despegó, pero su
curva jamás ascendió. Fue la campaña de las grandes ideas, de los discursos
elaborados pero al tiempo, de la poca ejecución, de las casualidades y, muchas
veces de la improvisación… eso reflejó su compleja imagen política. Por un
lado, una foto de baja calidad con un dedo acusador que quiso representar la
seriedad y preocupación ante la grave situación de Tuluá o, al menos eso
quisieron decir sus coequiperos cuando se refirieron a que la “risa” de los
demás candidatos era hipócrita con la realidad tulueña; pero por otro lado, la
cantidad de fotos de él “riéndose”, con su mejor cara, pudo deducir que la
primera fue una absoluta casualidad que no jugó a favor. El resultado, 5.64 %
del total de votos, no logró acomodar a ninguno de sus aspirantes al concejo; franca debilidad política cuando los 4.500 sufragios de él, hubieran podido endosarse en beneficio de los aspirantes la corporación tulueña de su movimiento. Cabe resaltar que la derrota política contrasta con la efectiva y positiva vida pública del ex candidato tanto en Tuluá como en Chocó.
Plaza Cívica Boyacá |
Carlos Saldarriaga del partido
Verde y Miguel Ángel González del Polo no despegaron del vértice de opinión, el
primero con gran experiencia pública pero con poco respaldo político y el
segundo, se entretuvo en campaña, solo se entretuvo.
En Tuluá como en gran parte
del país, no ganó un partido político, ganó una causa de ciudad que representó el
rechazo de los ciudadanos a la actual administración, ganó el NO al continuismo
y a la voluntad política de José Germán Gómez, el alcalde que hace historia por
ser el mandatario menos querido y el que más daño administrativo causó a Tuluá.
BUEN COMENTARIO
ResponderEliminarY como termino todo? Hoy casi 3 años después, el supuesto cambio se dedicó a delinquir y robar el patrimonio de los tulueños. Recibió el mejor hospital de nivel 1 del país y hoy lo tiene en quiebra. Entrega obras mal hechas contratadas con sus propias empresas. Con todos los cargos y puestos manejados por favores políticos. Y con el nivel de corrupcion más visible de la última década en el municipio.
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