Réplica de la discusión en Museo Casa del Florero |
Fue el 20 de julio de 1810 cuando se
gritó y se batalló por las ansias de
libertad, hubo necesidad de un segundo y último grito nueve años después para
verdaderamente considerarnos una nación autónoma, libres del yugo español que
desde la conquista mancilló la raza indígena despojándola de sus tesoros, de su
tierra y de todo lo que por herencia natural le correspondía, esclavizaron
nuestras razas, domaron su bravura y flagelaron su dignidad hasta el punto de casi
extinguir su existencia… ¿Extinguir? Sí, hoy la minoría sobreviviente mendiga
lo que alguna vez fue suyo.
Desde la época de la conquista
española en Latinoamérica y hasta las batallas independentistas, los españoles
en cabeza de la Corona, hurtaron, flagelaron y desheredaron parte de la riqueza
que abundó en aquel tiempo. Incontables
tesoros donde el oro, artesanías y piedras preciosas rebosaban sus barcos y
cuyo valor sería incalculable, no solo por su peso, sino por la eterna condena
que sembraron: la extinción de culturas enteras en Perú y Centro América,
civilizaciones ancestrales desde México a La Argentina quedaron solo en los
libros de historia, dejándonos paradisiacos atractivos turísticos a estas
generaciones; Tumbas de Mayas, Incas y Tayronas.
Surgen interrogantes: ¿Qué hizo la Corona española
los multimillonarios tesoros llevados desde América? ¿Pudo España ser la nación
más rica de Europa? ¿Por qué hoy España está en recesión? ¿Dónde están los
tesoros, el oro y las piedras preciosas con las que pudieron vivir hasta mil
años? Si comparamos con que Colombia es una nación inmensamente rica, pero la
mayoría de sus ciudadanos sufren miseria, que la riqueza está en manos de pocos
y el poder en manos oscuras; entonces, ¿Habrá semejanza entre ambas naciones?
Comunidad Kogui |
No es una casualidad que haya tanta
riqueza en Colombia y que tengamos un deficiente sistema de salud que mata más
que la violencia, que la educación adrede sea de mala calidad, que se fragüen
leyes cargadas de micos y elefantes, que
la población indígena mendigue alguna migaja de lo que alguna vez fue suyo,
(los Nukak Maku fueron llevados a “pastar” en lotes baldíos en cercanías de San
José del Guaviare, están a punto de desaparecer) que el porvenir de los
habitantes del litoral pacífico sea tan oscuro como su piel… negro, negro
porque ningún gobierno, ha puesto sus ojos en ellos salvo en propósitos
populistas que buscan campañas electorales, es una injusticia y una mentira de
grandes proporciones mencionar que en los últimos 20 años ha habido por lo
menos un buen presidente… Parece que la lógica en Colombia va por caminos
distintos del que llevan el poder y la justicia.
Si España es nuestra madre patria, ¿será
posible que de aquella madre hayamos heredado tan perversos genes de maldad, de
corrupción, de depredación social por sed de poder y riquezas? Que no se
alteren los ánimos con mis amigos y familiares españoles, es claro que como en
Colombia los buenos son mayoría, solo que vamos contra la corriente de quienes
tienen el poder.
Por lo anterior que es solo una
mínima parte de la realidad, y por todo lo que no se ve en los medios de
comunicación, es que no puedo celebrar el “Día de la Independencia”, no puedo
gritar ¡feliz día de la independencia Colombia! ¡Porque no somos libres! Portaré mi bandera en señal de protesta, reclamando lo que es
nuestro, como un indignado más que traspasa estas líneas aportando al
cambio. Les recuerdo que de nada nos
sirve reclamar desde las redes, desde una conversación. Por ahí dicen que el
pueblo tiene lo que merece, entonces, ¿nos merecemos esto? O, ¿mejor cambiamos
la historia?
Jeff