jueves, 19 de julio de 2012

Independencia de Colombia; Herencia Española


Réplica de la discusión en Museo Casa del Florero

Fue el 20 de julio de 1810 cuando se gritó y se batalló por las ansias  de libertad, hubo necesidad de un segundo y último grito nueve años después para verdaderamente considerarnos una nación autónoma, libres del yugo español que desde la conquista mancilló la raza indígena despojándola de sus tesoros, de su tierra y de todo lo que por herencia natural le correspondía, esclavizaron nuestras razas, domaron su bravura y flagelaron su dignidad hasta el punto de casi extinguir su existencia… ¿Extinguir? Sí, hoy la minoría sobreviviente mendiga lo que alguna vez fue suyo.

Desde la época de la conquista española en Latinoamérica y hasta las batallas independentistas, los españoles en cabeza de la Corona, hurtaron, flagelaron y desheredaron parte de la riqueza que abundó en aquel tiempo.  Incontables tesoros donde el oro, artesanías y piedras preciosas rebosaban sus barcos y cuyo valor sería incalculable, no solo por su peso, sino por la eterna condena que sembraron: la extinción de culturas enteras en Perú y Centro América, civilizaciones ancestrales desde México a La Argentina quedaron solo en los libros de historia, dejándonos paradisiacos atractivos turísticos a estas generaciones; Tumbas de Mayas, Incas y Tayronas. 

Surgen  interrogantes: ¿Qué hizo la Corona española los multimillonarios tesoros llevados desde América? ¿Pudo España ser la nación más rica de Europa? ¿Por qué hoy España está en recesión? ¿Dónde están los tesoros, el oro y las piedras preciosas con las que pudieron vivir hasta mil años? Si comparamos con que Colombia es una nación inmensamente rica, pero la mayoría de sus ciudadanos sufren miseria, que la riqueza está en manos de pocos y el poder en manos oscuras; entonces, ¿Habrá semejanza entre ambas naciones?

Comunidad Kogui
Justo hace un año publiqué una crónica llamada “la Eterna Patria Boba”  en la cual hacía referencia a una vana independencia, dadas las condiciones sociales por las que entonces atravesaba Colombia y que claro 12 meses después podemos aseverar que el cambio no ha llegado. Independencia es un sinónimo de libertad, hoy nuestra nación no es libre, vive presa de  un sin número de compatriotas que gracias a su sed de poder, han puesto precio a la dignidad de sus semejantes desde el siglo XIV,  cuando se enfrentaron  civilizaciones indígenas  por la posesión de tierras como los Pijaos que arremetieron  contra Calimas al mejor estilo de Napoleón Bonaparte usándolos para derrotar a los Paeces;  pacto seguido de traición, con un ingrediente feroz: el canibalismo… Además de estas guerras vino el más absurdo de todos los enfrentamientos en Colombia: la de Azules y Rojos, no Santa Fe y Millonarios sino Conservadores y Liberales padres del derramamiento de sangre en este país, durante décadas han timoneado el barco del poder dormitando a sus ciudadanos frente a la defensa de sus derechos, disfrazando sus problemas con un conflicto que ellos mismos inventaron y que hoy apenas empiezan a verse luces de verdad.  Vino la guerra de carteles, de capos y narcotraficantes que arremetieron sin piedad sobre miles de colombianos, (Es tanta la esclavitud que hay ciudadanos que extrañan la época de Pablo Escobar y su “generosidad”) lo más grave de la época de Pablo Escobar además de lo lamentable de sus actos, fue que los gobiernos han dado por terminado un capítulo que jamás se ha cerrado y que sigue rodando escenas de poder, de muerte y de miseria… sí, Pablo Escobar murió, pero dejó la herencia del poder y la ambición en manos de capos y terratenientes que desde el anonimato dirigen una orquesta política que logra su cometido cada 4 años.

No es una casualidad que haya tanta riqueza en Colombia y que tengamos un deficiente sistema de salud que mata más que la violencia, que la educación adrede sea de mala calidad, que se fragüen leyes cargadas de micos y elefantes,  que la población indígena mendigue alguna migaja de lo que alguna vez fue suyo, (los Nukak Maku fueron llevados a “pastar” en lotes baldíos en cercanías de San José del Guaviare, están a punto de desaparecer) que el porvenir de los habitantes del litoral pacífico sea tan oscuro como su piel… negro, negro porque ningún gobierno, ha puesto sus ojos en ellos salvo en propósitos populistas que buscan campañas electorales, es una injusticia y una mentira de grandes proporciones mencionar que en los últimos 20 años ha habido por lo menos un buen presidente… Parece que la lógica en Colombia va por caminos distintos del que llevan el poder y la justicia.

Si España es nuestra madre patria, ¿será posible que de aquella madre hayamos heredado tan perversos genes de maldad, de corrupción,  de depredación social  por sed de poder y riquezas? Que no se alteren los ánimos con mis amigos y familiares españoles, es claro que como en Colombia los buenos son mayoría, solo que vamos contra la corriente de quienes tienen el poder.

Por lo anterior que es solo una mínima parte de la realidad, y por todo lo que no se ve en los medios de comunicación, es que no puedo celebrar el “Día de la Independencia”, no puedo gritar ¡feliz día de la independencia Colombia! ¡Porque no somos libres!  Portaré mi bandera  en señal de protesta, reclamando lo que es nuestro, como un indignado más que traspasa estas líneas aportando al cambio.  Les recuerdo que de nada nos sirve reclamar desde las redes, desde una conversación. Por ahí dicen que el pueblo tiene lo que merece, entonces, ¿nos merecemos esto? O, ¿mejor cambiamos la historia?

Jeff