miércoles, 25 de enero de 2012

Crónica de Mi tierra Bonita, Mi Tierra Preciosa. Ríos de Sangre


Con suma nostalgia describo en estas líneas lo que sucede hoy en mi Valle del Cauca, mi departamento que se parece mucho a la tierra prometida en tiempos de Moisés, donde la abundancia y la prosperidad brotan como la caña en el valle y el café en sus montañas, donde sin llegar a ser regionalista podría decir que somos los más desarrollados en Colombia, con infraestructura y tecnología de punta, donde no solo la capital Cali es grande y atractiva; Palmira la señorial, Buenaventura mi bello puerto, Tuluá la villa de Céspedes, Cartago y su sol alegre y Buga; la del milagroso, ciudades que dependen de sí mismas en lo económico y comercial,  generan sus propios atractivos y que entre las cinco suman más de un millón cien mil habitantes., ¿Grandes verdad? Una región con todo lo  que querríamos para ser felices sin salir de aquí, las playas de nuestro pacífico, la brisa de mi Cali, los páramos de Tuluá, lo mucho por degustar porque aquí no solo se produce caña, aquí se siembra y se produce todo lo que queremos, podríamos ser autosuficientes si  fuéramos conscientes de ello.

Todo un privilegio del que podría hablar en muchas otras crónicas porque seguramente una no es suficiente, y que les apuesto despertaría la envidia de quienes las lean. Pero duele reconocer que por mi Valle del Cauca no solo corren ríos como el Cauca; también hoy corren ríos de sangre,  ríos rojos y salados con las lágrimas de madres, padres e hijos que lloran a sus muertos, heredad de una generación de capos que aterrorizaron nuestra tierra traspasando fronteras incluso dimensiones de años de lamentos y que aun hoy, 17 años después de la captura de los hermanos Rodríguez el poder de los capos parece haberse fraccionado en al menos seis nuevos nombres y que simplemente se denominan “bandas criminales” pero con un incremento lamentable de su cruenta barbarie.

Está muy de moda comentar los resultados del estudio que revela a las 50 ciudades más violentas del mundo realizado por El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal AC en donde nuestro país aporta el 10% en materia de violencia al mundo con la no grata ubicación de Cali como la número 11,  Medellín, Cúcuta, Pereira y Barranquilla siguiendo sus pasos. (Ver Enlace 1) Esto solo podría causarnos vergüenza a los ciudadanos de bien y por supuesto cuestionar a quienes han estado en el poder durante años y que permitieron que la violencia se volviera una escena cotidiana en el vivir de los colombianos, adornado por los noticieros nacionales que a diario nos dan una pequeña muestra de ello, digo pequeña muestra porque sabemos que nuestros medios influyen de manera dramática en los objetivos de los gobiernos de “trasquilar” las cifras y hacer que parezca que vivimos en un país que va rumbo al desarrollo en una utopía de felicidad.

Sin duda lo que más me preocupa es la situación de violencia en Cali y el Valle del Cauca, hoy mi departamento es el más violento de Colombia aportando 4 de sus ciudades en el “top Ten” nacional. (Ver Enlace 2) Cali, Palmira, Tuluá y Buenaventura viven una guerra sin tregua que escuda a sus malhechores tras posiciones políticas radicales disfrazadas de guerrillas y bandas criminales, que incuban a niños y adolecentes para la defensa de sus ideales bajo el pretexto de pandillas sin oportunidades. A diario hay enfrentamientos entre grupos de jóvenes que se disputan territorios para el microtráfico de drogas y sus “zonas comunes” para el hurto. En Cali: AguaBlanca, Terrón Colorado, los Chorros, Sucre y Polvorines  son los sectores donde la experiencia de guerra urbana es una vivencia  diaria aun para quienes no participan de ella.  En Tuluá las escuelas de sicariato desafían a las autoridades  con sus mediocres medidas para defender a la ciudadanía, en el casco urbano los “rastrojos” se disputan el control del microtráfico de estupefacientes y a la vez sus oficinas de cobro persiguen a sus deudores aun cuando las víctimas no tengan nada que ver en el negocio. Ya en la zona rural son las farc quienes arremeten contra la población; aunque se sabe de su presencia en algunas comunas de Tuluá bajo la figura de “milicianos”  y la conformación de pandillas a su servicio. Cabe recordar que tanto guerrillas como bacrim extorsionan e intimidan a comerciantes y ciudadanos de bien para el lucro de sus infames objetivos y que estas últimas son las causantes de cerca del 90% de los homicidios en el Valle del Cauca.

Pero además de estas 4 ciudades, también Buga, Cartago y pequeñas poblaciones como Andalucía, Bugalagrande, Florida, Pradera, Roldanillo,  la Unión y Dagua, viven un flagelo que parece invisible a los objetivos del Estado, es tal lo cotidiano que se ha vuelto y tal el irrespeto por la vida por parte de los delincuentes que ahora se cometen a homicidios a plena luz del día, desde bicicletas y aun “a pie” se ultiman a las víctimas, las personas del común justifican los hechos con algo como “seguramente la debía” ¿Qué acaso la vida perdió su valor? En 2011 las muertes violentas aumentaron en un 5% y posicionan sin honra, pena ni gloria al Valle del Cauca como el departamento donde más homicidios se cometen, incluso el único en Colombia donde según Medicina Legal los asesinatos se incrementaron en lugar de reducirse como en el contexto nacional. (Ver Enlaces 3 y 4 )

Lo que como ciudadano tengo muy claro es que las medidas que buscan según las autoridades municipales disminuir la mortalidad por causas violentas son obsoletas y sin indicadores favorables. Se inventan decretos como la prohibición del parrillero hombre, o simplemente sin parrillero, restringen la circulación de motocicletas, toque de queda, y otros. Pero partamos de algo; el homicida hará caso omiso a los decretos que busquen reducir su accionar, ya que su objetivo ya viola los más mínimos principios éticos, morales y legales “el derecho a la vida” así que infringir una norma más no será impedimento. Por ahí dicen que árbol que nace torcido jamás su tronco endereza., podría tener una aplicación directa hacia los procedimientos que nos libren de la violencia, confío en la educación y la equidad social para frenarla, pero claro está, sería de gran utilidad en la población creciente, dudo que los que hoy delinquen restablezcan sus principios éticos y morales; esos que no se compran sino que nacen y se incuban con la buena formación. Y que esperanzas vamos a tener con la actual administración departamental impulsada por la reconocida “Mano Negra”, desbordantes casos de delincuencia común, piratería en la vía al mar, piratería en la costa pacífica, guerrillas, bacrim, etcétera,  contra toda una odisea de fuerza pública que uno no se explica el por qué del triunfo del mal. El Valle del Cauca cuenta con un pié de fuerza de envergadura así: la Tercera Brigada del Ejército cuenta con 9 unidades de Batallones y grupo Gaula en todo el departamento; FAC en Cali, Tuluá y Buenaventura; Armada Nacional en Buenaventura; Escuela de Policías en Tuluá al igual que unidades Anti Narcóticos. La pregunta de los ciudadanos comunes y corrientes está en ¿Por qué con todo el pie de fuerza al servicio del Valle del Cauca la violencia es tan cruenta? Ahí les queda a ustedes para que debatan.

Jeff

Enlace 1:  

Enlace 2:


Enlace 3:


Enlace 4:


Enlaces de Interés:

viernes, 13 de enero de 2012

Crónica De Inocentes Condenados


Sin salirme mucho del hilo de mis crónicas Locura Colectiva I y II donde manifiesto mi preocupación por el crítico estado de la Salud Mental en Colombia, hoy quiero hablarles de los Inocentes Condenados; niños sentenciados a muerte por los actos irracionales de los adultos.

Desgraciadamente se volvió común ver noticias que reflejan el drama de ser menor en Colombia, un sinónimo de vulnerabilidad y de ausencia de autoridad que desencadena en cruentos episodios que desfavorecen a una nación supuestamente llamada a la protección de sus nacientes generaciones y que se dice en “transición” hacia el desarrollo.

Balas disparadas con destino incierto procedentes de manos criminales y sin inocencia alguna, se posan sobre el delicado y débil cuerpo de criaturas que jamás en su vida han contemplado su desaparición, que en cambio tienen miles de sueños esperando ser cumplidos pero son interrumpidos por un proyectil que de no cegarlos para siempre, les deja la cicatriz  imborrable de una escena jamás actuada pero que por cosas del destino o del mismo demonio  que parece tuviera el dirección  de tan macabra obra.

Víctimas de venganzas que se suponen pasionales, digo se suponen porque no entiendo qué clase de pasión puede llevar a cometer tan atroz acto de barbarie en la que un inocente resulta ser víctima fatal, o no solo de “pasionales eventos” también por ajustar cuentas pendientes con enemigos no muy íntimos, deudas y hasta llamados de atención. ¿Qué tal los padres (me refiero a papás y mamás) qué envenenan a sus hijos en la angustia de acosos económicos o estados depresivo? ¿Qué culpa tienen los pequeños de ello? ¿Nada verdad? No sobra recordar los abusados sexualmente, los que han perdido su virtud a la fuerza y sin consentimiento de su naturaleza aun no apta para ello y que sin mediar al más mínimo deseo carnal son llevados a tal flagelo, al infierno en carne propia y con los ojos abiertos sin la posibilidad de despertar de una pesadilla jamás olvidada y que en el peor de los casos los lleva al ocaso de sus vidas; quizás lo más preocupante del asunto es que ahora le salió “conejo” y hasta “mico” a la ley de infancia y adolescencia en Colombia, a través de Tutelas acusados por estos actos podrán salir de la cárcel sin cumplir su condena. Definitivamente un acto que sentencia a los inocentes. (Ver Enlace 1)

Cómo olvidar el caso del niño Luis Santiago de Chía, aun recuerdo ese 30 de septiembre cuando estaba sentado en la plazoleta de comidas del Éxito de la Flora en Cali, almorzaba,  cuando una última hora le informaba a Colombia que el pequeño fue hallado muerto, las imágenes no necesitaban voces para transmitir tal atrocidad que al poco tiempo resultó ser un maquiavélico acto cometido por su padre… ¿Padre? ¿A caso puede un padre hacer tal cosa a sus hijos? Bueno,  parece que la humanidad abrió un espacio para ello. Recordar ese episodio me estremece y estoy seguro que a todos, ese bebé era un ángel, solo inspiraba ganas de amarlo y cumplir todos sus deseos. (Ver Enlace 2)

Hoy las noticias no son mejores, un pequeño de tan solo 18 meses de edad, Jean Pierre Garzón fue asesinado por un  demente en estado de alicoramiento que aseguró vio un demonio en el pequeño y lo emprendió a golpes hasta dejarlo inconsciente, el bebé murió y el país vuelve a consternarse por un suceso tan reprochable, tan ilógico, tan abominable y que no cabe en la cabeza de nadie como los un niño pueda merecer tan vana suerte. Alguna vez escuché algo que nunca olvido “Nadie es tan  joven como para no morir, ni tan viejo como para no vivir más…” una sensata frase pero que sin duda no aplica para actos demenciales sino para el curso natural de la vida, para la voluntad de Dios o para quienes no creen, pueden dejárselo al destino, pero jamás en las manos de hombres o mujeres que creen tener autoridad sobre lo más sagrado,  la vida,   más cuando se trata de un inocente que sin oposición a su destino ve llegar su final, sin opción de defensa, solo una sonrisa y una inalcanzable búsqueda de felicidad que seguramente no está lejos, solo que nacen en el lugar equivocado.  (Ver Enlace 3)

Ejemplos de esto encontramos a diario en los medios nacionales, no quiero decir que solo pase en Colombia, de hecho lamentablemente suceden casos similares en buena parte del continente y quizás en el mundo (Ver Enlaces 4, 5 y 6). ¿Será que en algo tienen la culpa los menores caídos en franca inocencia? ¿Acaso no es culpa plena de un sistema que ha permitido y concebido al hombre un aplastante desafío a las leyes y a la dignidad humana?

Los que mueren por negligencia médica, sometidos al paseo de la muerte o simplemente dejados a la suerte de un “samaritano médico” que se acuerde de su juramento al  graduarse, los abandonados por sus madres en la calle, dejados a la intemperie que ni siquiera un animal merece, los traficados, los que recluta la guerrilla o los paras o simplemente los violentos, los que tienen armas en sus manos, los que son secuestrados aun desde el vientre de su madre, los que nacen en cautiverio,  los que ni si quiera nacen….  

 Y  bueno, no siendo más, no porque no haya más ejemplos sino porque es hora de terminar, me despido no sin antes agradecer a mi amigo santandereano Cristian Gelves por sugerirme escribir sobre tan sentido tema.

Jeff






martes, 10 de enero de 2012

Los Años Pasan


¿Tío, que muñequitos veías tú en tú época? Fue la pregunta que me hizo uno de mis sobrinos de 10 años hace días y que sin lugar a dudas me ha hecho pensar y dar vueltas a la cabeza la respuesta para ello, y más cuando en realidad las cosas han cambiado desde entonces y que por supuesto es muestra de los años que han pasado y que no me había detenido a ver esa realidad.

Y ojo, no es que me preocupe por los años que tengo o que  me angustie en pensar en los que vienen, no, es simplemente que no supe a qué hora dejé de ser un niño, a qué horas crecí y pasaron tantas cosas hasta encontrarme en un día como hoy, se me viene un vago recuerdo de la niñez donde una profesora de la primaria decía “por allá en el 2000 dicen que será el fin del mundo…” ja, y miren donde vamos, aun no se a acabo mi mundo, el de muchas personas si, incluso antes del angustiante año 2000 y ahora me da un poco de risa ver la nueva fecha del fin.. el 2012.

Recuerdo lo aficionado a los animé como Dragon Ball, Z y GT, cuando dibujaba a Garfield tan solo con imaginarlo de mil formas., no necesitaba ver un modelo para poder plasmarlo a pulso, era la sensación con mis compañeras de estudio  “Jeff!! Yo quiero ese que estás haciendo”.  El día en que nació Esteban mi primero sobrino, ese 19 de septiembre de 2001 un día que jamás olvidaré, cuando quería ser su padre! Le daba tetero, lo ayudaba a bañar, le cambiaba pañales!! Definitivamente ese niño me cambió la vida.  Que han pasado casi nueve años desde que terminé el colegio, la hora en que se acabó mi primera relación.. seis años de entrega total, la de un adolecente que llegó a la edad adulta con la misma mujer también adulta y que le pasaron los años desde que era una niña cumpliendo sus quince, aquellos quince que dudo podré olvidar y que significaron maravillosos seis años de mi vida y aunque el ciclo está cerrado la historia no podría negarla y mucho menos lo que significó para mí.

Los años en la universidad, la gente que viene y va, tristezas profundas por la partida de seres queridos, mi pleito sobre la derecha y la izquierda en Colombia,  la conmoción interna por vivir solo, lejos de casa y con la responsabilidad de sí mismo,  no sé a qué horas pasaron tantos días donde me probé que tan fuerte soy, donde viví una batalla  que creía había ganado hasta la guerra; pero no, solo fue una victoria en un conflicto del que no quisiera vivir más capítulos pero que muchas veces me recuerda que solo han sido puntos suspensivos más no un punto final, enfrentarse al temor, a la zozobra a ver inalcanzable tantas metas y planes que había construido y que de repente podrían venirse abajo.

Y bueno, de las cosas que me recuerdan también que los años han pasado es escuchar a las madres de mis estudiantes decirme “don Jefferson” o los amiguitos de mis sobrinos cuando dicen: ¿señor podemos jugar con los mellizos? O la gente preguntona que me ve con uno de los niños en la calle y me dicen: tan parecido el niño a usted… ¿es el papá cierto? Y bueno muchas cosas como  no poder patinar como antes, perder el equilibrio fácil ante un tropiezo que seguramente hace 10 años no me afectaba. Aunque no todo es malo, yo de niño y hasta adolecente era una completa gallina, le temía a las alturas de tal manera que si me alzaban en hombros debían bajarme en el acto porque el trauma era infinito, no subía árboles, no me asomaba a balcones, no abordaba  lanchas en ríos o lagos, mejor dicho no les cuento más porque me apena, lo que si les cuento es que ahora me volví un mico, subo y bajo árboles como si nada, camino por orillas de muros altos, ya no temo a los balcones y hasta me arrojo a lagos y al mar! Mejor dicho una verdadera evolución.

Y respondiéndole la pregunta al niño, en las series de dibujos animados de “mi época” y las de hoy la diferencia es abismal, quizás haya series como la mencionada al inicio que aun es transmitida, u algunas  ocasionales presentaciones de Tom y Jerry, La hora Warner, Los Súper Sónicos y los extintos  liga de la Justicia, Popeye, los ThunderCats y los legendarios Caballeros del Zodiaco… hoy remplazados por muñecos que no le aportan nada a la creatividad de los niños, no profundizaré en ello porque tendría que hacer una crónica para hablar solo de los dibujos animados de esta época. Y respondida la pregunta de Esteban, ahora si reconozco que soy de otra época.

Jeff   

jueves, 5 de enero de 2012

Con Ganas de Escribir

En días como hoy, donde las noticias nacionales desalientan, donde la impotencia de ver como mi patria sufre un flagelo concebido que la arrastra cada vez a un abismo de depredación social me consumen en la fatiga, donde nuestras relaciones se despersonalizan porque existe virtualmente una realidad que no es real, que apacigua la melancólica existencia de quienes tenemos un universo que lleno de nubes dispuestas a mojar nos rehusamos a dejarnos llevar por la corriente; siento la necesidad de escribir… de pensar en una alegría compartida hace un día por mi amigo Jorge pero que unas horas después se volvió tristeza porque todo acabó. para él y su novia llegó el momento de abrir los ojos y darse cuenta que el amor.. o eso que se piensa es amor va más allá de palabras dulces o miradas tiernas, va más allá de rosar sus manos y de inquietantes mariposas en la panza va donde está el  límite entre la confianza y la entrega, esa confianza que duda de tus celos y te convierte en enemigo de tu misma sombra.. Donde hasta el aire es enemigo de la lealtad porque te puede tocar aun cuando se considera propiedad ajena.

Y pensar que si se sufre es amor.. y si no, entonces es costumbre? De relaciones tortuosas y enemigos del corazón está hecho el hombre, de experiencias que enriquecen, que duelen, que fortalecen, que deprimen y que matan…  es difícil pensar como unas personas mueren por el desamor de otras, o simplemente porque son débiles y no se permiten a sí mismas abrir sus ojos y ver el entorno lleno de oportunidades y hasta placeres que esperan a una víctima de lo que se cree amor y que ahora busca refugio, quizás busque algo menos tormentoso y  piense en no volver a dar nada, a recibir y esperar que sea la otra persona quien se entregue temiendo volver a sufrir, sin tener en cuenta que ahora podría pasar de ser una víctima a un victimario.. a segar las esperanzas de amor de quien esté a su lado.

Será que estamos para ser víctimas o victimarios? Será que no hay posibilidad de simplemente ser amados y ya? Podría dejar de buscar a mi media naranja tan solo por miedo a enfrentarme a ello? Claro que no! Si ya lo he vivido! Si ya he pasado por  la ilusión, la conquista, el SÍ! Y luego de meses y hasta años una penumbra se interpone entre el corazón y la razón, entre el ayer y el presente, pero con experiencias propias y de amigos no importa cuanto tenga que esperar a que se aparte en el mundo para mí esa persona que se robará mi corazón, mi ser, mis esperanzas y con la que quisiera vivir mi más inmediato futuro; como dicen por ahí, no quiero probar más naranjas, ni mirar mitades de lunas, simplemente quiero dedicarle mis versos a una muza que quiera sean para ella.

Y bueno, habiéndome desahogado un poco a través de la gran pasión de las letras, les deseo buena suerte y éxitos, ah, y claro bendiciones a quienes quieran recibirlas.

Jeff